San Daniel, el profeta (21-07-2020)

daniel, el profeta

Daniel nació en el siglo VII a.C. puede que en Jerusalém y murió en el siglo VI a.C. en Babilonia.

Puede que sus padres fueran de familia importante judía, incluso emparentada con la realeza.

Todos le consideran el autor del Libro de Daniel, una de las primeras autobiografías que se conocen que tuvo gran éxito de crítica y público con los judíos y más aún con los cristianos y musulmanes que le otorgan el título de Profeta, una especie de miembro de la Divina Academia Adivina.

Nabucodonosor II arrasa Israel, destruye y saquea el Templo de Jerusalén y se lleva el pueblo judío, buena mano de obra barata, y elige algunos jóvenes de las buenas familias para educarlos como príncipes babilonios, o casi.

Los elegidos fueron Daniel y otros tres jóvenes de la tribu de Judá, Ananías, Misael y Azarías.

Se los confían a Aspenaz, jefe de los eunucos, para su esmerada educación en la lengua, cultura y tradiciones babilónicas, con dos cojones, pero se quedaron sin ellos. Los convierten en eunucos.

Nabucco tuvo un sueño que le dejó inquieto y convocó a todos los adivinos y magos para su interpretación pero para asegurarse de que no le timaran les dijo que se había olvidado del sueño.

¡Vaya pájaro Nabucco!
Ninguno lo adivinó, que una cosa es ser adivino y otra cosa es saberse los números de la Lotería de Babilonia, y fueron ejecutados.

También prendieron a Daniel y sus colegas para el juego de las adivinanzas y a cualquier otro se le habrían puesto los huevos de corbata pero Daniel juega con ventaja porque no tenía.

Pidió un pequeño plazo de tiempo para pensar que le fue concedido.

Se pusieron las cuatro a rezar como si no hubiera un mañana, como así era, y Yahveh se lo pasó a Daniel en sueños.
Y tuvo un pleno al quince.

Soñó con una gran estatua con la cabeza de oro, el torso de plata, abdomen de cobre, piernas de hierro y pies de barro.
Y una piedra corría ladera abajo y se va haciendo más grande hasta que chocaba con la estatua y la derribaba.

Lo que se dice un gigante con los pies de barro, alegoría de la suerte que iba a sufrir su reino.

Le nombró gobernador de la provincia y jefe supremo del Departamento de Adivinos, Magos y Charlatanes.
Pero se había quedado sin personal, que Nabucco se los cargó a todos, sería un cargo más honorífico que otra cosa con poca estructura y presupuesto, aparte del destinado a acabar con ellos si fallaban en las predicciones.

Siguió con Baldassare, un sucesor de Nabucco , y a éste no se le ocurrió otra cosa que celebrar un banquete y utilizar las copas y la vajilla del Templo de Jerusalén sacrílegamente.

Apareció una inquietante mano que escribió en la pared: Mene, Tequel, Parsin.

Mene, pesado, Dios había pesado sus obras y les faltaba peso.

Tequel, medido, no tenían medida suficiente sus obras.
Parsin, dividido, su reino sería dividido y pasaría a los persas, o según Daniel a un tal Darío, pero no el famoso, sino otro.

Daniel sigue siendo un personaje importante con poder en el nuevo reinado.

Los envidiosos convencen a Darío para que publique un decreto en el que sólo se puede adorar a él, ningún otro dios.

Denuncian a Daniel porque sigue adorando a Yahveh y Darío mal que le pese, le debe condenar al foso de los leones.

Pero los leones, mansos, no le tocan un pelo de la ropa.

Maravillado Darío reconoce al Dios de David y cambia el menú de los leones de plato único a buffet libre con los acusadores que son inmediatamente devorados.
Y llegamos al Casta Susana affaire.

Una hermosa joven es objeto de las atenciones de dos viejos rijosos que con amenazas intentan que se les entregue en cuerpo y alma aunque también se conforman sólo con el cuerpo que estaba de muy buen año, como demuestran los cuadros de Rembrandt, Rubens, Tintoreto, Veronese y muchos otros.

Nos muestran sus desnudas carnes jóvenes y exuberantes, tomando un baño, aunque en el libro no es exactamente eso, sino que paseaba por el vergel de su marido, Joaquín.

Pero se agradece la licencia de los pintores que nos permite apreciar mejor el arte y las virtudes de la Casta Susana, que no sé si es santa pero debería serlo. Así mostrando su virginal desnudez.

Susana les rechaza y la acusan de haberla descubierto desnuda refocilándose con un joven.
Como prueba de ello dan cumplidos detalles de la anatomía de la Casta que se ve obligada por todo el mundo y exigiendo que Susanita muestre sus vergüenzas hasta el fondo.
Aquello se convierte en un sin dios y acaba condenada a morir lapidada.

Pero aparece Daniel y pide interrogar a los viejos y les pregunta por separado cuestiones importantes: nombre, apellidos, estado civil, edad, dirección, etc, ¿llovía o hacía sol?, y acertaron porque llueve poco por aquellos pagos, ¿era de día o de noche?, también acertaron; ¿qué tipo de árbol les cubría cuando él estaba cubriendo a Susana?Y ahí pincharon que uno dijo abeto y el otro arce. Eso les delató porque nadie conocía esos tipos de árboles.

Dilapidaron a los viejos y Susana salvó sus nalgas.

David prodigio de inteligencia y sabiduría proviniente de Yahveh gracias a su gracia y respeto de las leyes y tradiciones judías y del régimen alimenticio, que todo hace, se mantuvo no sólo listo que también hermoso durante toda su vida.

Sirvió, con reconocimiento de los servicios prestados, a Nabucodonosor, Baldassare, Darío, no el famoso si no otro, y Ciro rey de persas.

Milagros: leones, juegos de adivinanzas, seguir en el gobierno de 4 Reyes consecutivos.

Patrón: de los domadores de fieras, psicoanálisis de sueños, abogados de oficio, adivinos y lectores de manos y pintadas, grafiteros, escritores de Bestsellers.