¡Bendito sea el Santo Niño!
Tiene el honor de ser el santo más joven de la Iglesia que no es mártir, tal como recoge el Libro Guiness de la Santidad.
Llama a engaño el calificativo, ¿o sería apellido?, que induce a pensar, que era una falta de ortografía, que no pasó con éxito ni la EGB y sin embargo era un santo chaval con luces que a la tierna edad de 7 años ya sabía qué quería ser en la vida: Santo.
Y a ello se entregó con denuedo y contumacia.
Ya lo declaró al hacer la Primera Comunión, que no sería la última pues se volvió muy partidario de ella y de las actividades propias de la oficio de santo.
Lo cual incluía todo tipo de sacrificios como ayunos, jornadas de 40 horas semanales de oración y descuido personal contra el frío y los elementos naturales.
Se veía venir: a los 14 años muere de tuberculosis.
Por eso pienso que puede ayudarnos en este trance epidémico.
También protector de parturientas (?), estudiantes, monaguillos y acólitos (?)