Santa María Magdalena (22-07-2020)


Magdalena penitente. Pedro de Mena
Magdalena penitente. Escultura de Pedro de Mena. Museo de Escultura de Valladolid

Nació en Betania en el siglo I y murió en el mismo siglo cerca de Marsella.

Otras versiones, más sensatas, dicen que en Éfeso

Hija de Syr y Eucaria y hermana de Lázaro y Marta, eran de una familia acaudalada y además tenían mucha pasta.

A María le tocó en la herencia el chalet de vacaciones de Magdala, a las orillas del lago Tiberíades, en primera línea, que le dió el apodo a ella.

Magda tradicionalmente fue descrita como prostituta, que Jesus le sacó siete demonios del cuerpo, ¡y que cuerpo!, que era rica y apoyó a Jesús con su sustento, y tenía mucha vida social en la corte de Herodes.
Su vida cambió radicalmente cuando conoció a Jesús, un flechazo, y lo siguió hasta los pies de la Cruz cuando muchos de sus seguidores ponían tierra por medio y por miedo.

Ésta que le sostenía económica y moralmente, o inmoralmente depende de cómo se mire, la adúltera que Jesús salva de la lapidación y la que le ungía con aceites y bálsamos y seca con sus cabellos, en la Iglesia de Oriente las ven como tres Marías diferentes, mientras que en la Iglesia de Occidente funden las tres marías en una sola María.

Aparece, sin citar su nombre, como la prostituta que salva de ser lapidada, «aquel que tire la primera piedra, se las verá conmigo…»

También como la María que unge a Jesús con bálsamos y aceites, ungüentos y perfumes, como si fuera una representante de Avon, y le seca los pies con su melena.

Imágenes de fuerte carga erótica que le reprochan al Mesías sus discípulos y Éste se cabrea y les recuerda que la demo es gratis y que tiene los pies hechos polvo por ese permanente andar por los caminos.

Es totalmente falso que fuera bollera, que la invención de las madalenas hay que atribuirlas a San Pancomío.

Siendo, como es una figura tan importante y tan presente e imprescindible en los momentos estelares de Jesús, la información aparece sesgada, cuando no suprimida, por las diferentes narradores, sobre todo en los Evangelios sinópticos, esto es los de Marcos, Lucas y Mateo.

El cuarto Evangelio, atribuido a Juan, tiene pocas cosas en común con los otros tres, que narran hechos parecidos.

Los Evangelios apócrifos tocan la figura de Magda, sobre todo el Evangelio de María, en que se contrapone la figura de Magda, el Discípulo Amado, como el Apóstol de Apóstoles enfrentado a Pedro y los demás.

Jesús tenía no sólo apóstoles masculinos, también femeninos, pero el machismo intemporal fue llevando a la Iglesia Oficial a ocultar la importancia de los apóstoles mujeres hasta hacerlas desaparecer.

No ha sido hasta 2016 que el Papa Francisco, ¡gracias Paco!, ha dado la misma categoría religiosa a la festividad de María Magdalena que a las de los demás apóstoles, Pedro, Pablo, Santiago…

Se cree que el Evangelio según San Juan fue escrito o dictado, realmente, por María Magdalena, pero cambiado «el autor» por la Iglesia Oficial ya desde los primeros tiempos.

Como esta cuestión hay muchas otras que no puedo afirmar categóricamente, que hay más sombras que luces.

Magda aparece como endemoniada y Jesús expulsa 7 demonios de su cuerpo, con un número tan mágico se expulsan todos los males, incluidos todos los vicios, según el papa Gregorio Magno.

Jesús alaba el amor de la pecadora: «Sus pecados le serán perdonados, porque amaba mucho».

En el Evangelio apócrifo de Tomás, San Pedro dice: «Que María salga de entre nosotros, pues las mujeres no son dignas de vida «.
Todo un machote San Pedro.

En los primeros años había dos modelos de Iglesia: la oficial representada por Pedro y Pablo y basada en la «existencia» exterior de Dios y la gnóstica que era la preconizada por María Magdalena y otros, entre ellos el propio Jesús, que creían que Dios y la salvación se encontraban dentro del «conocimiento» interior personal.

Por ello Pedro no podía soportar a Magda porque Jesús le confía cosas a ella que no les confía al resto de los apóstoles.

Hay que comprender que la ‘etiqueta’ de puta se la puso la Iglesia Oficial, machista, para ponerla a caer de un burro y desautorizarla.

Imaginaos si son machistas ahora, cómo serían entonces, ‘las mujeres no son dignas de vida’ según San Pedro.

Los apóstoles eran buena gente, salvo estas cosillas machistas, de gran corazón, fieles dentro de un orden, pero más burros que un arado, ignorantes analfabetos a los que Jesús tenía que explicarles las cosas con cuentos, parábolas, para que le entendieran.

Mientras que Magda era una mujer acaudalada, con fortuna y estudios, que vivía en Galilea, la zona más helénica de Israel.
Una mujer con la que Jesús podía hablar de igual a igual y que incluso le instruía sobre el gnosticismo y otras filosofías.

Una aclaración.
La diferencia entre evangelios canónicos y apócrifos no es que unos sean verdad y los otros no, simplemente que los primeros son «oficiales» y los reconoce la Iglesia como verdad revelada y de los otros dicen: «depende…», en gallego.

En el Evangelio de Felipe se dice que «la compañera del Salvador es María Magdalena y Cristo la quería más a ella que a todos los Apóstoles y la besaba en su boca. El resto de los discípulos se ofendía y decían ¿por qué la quieres más a ella que a todos nosotros? El Señor contestó: porque no les quiero de la misma manera que la quiero a ella».

Cómo podéis ver hay muchas versiones de Magda según las fuentes y los intereses espurios de la Iglesia Oficial.
Sin embargo, no pueden negar que es la que está al pie del cañón, en todo momento al lado del Cristo, incluso en todo su calvario y sacrificio mientras los Apóstoles han huido.

Es la que va a ungir el cuerpo del Señor a la tumba de José de Arimatea y la encuentra vacía.

A la que se le aparece Jesús en primer lugar, ni a su Madre, ni a San Pedro, ni ningún otro Apóstol. No, se aparece a Magda.

Ponte en su lugar, te mueres y resucitas, sí, sí, ya sé que no es lo más normal, pon un poco de imaginación, por favor, ¿a quién te aparecerías primero?

Exacto, a quien más quieres, salvo que tenga una dolencia cardiaca, que es mejor enviarle un burofax para que se prepare…

La famosa escena en que se le aparece Jesús y Magda va a abrazarle, comme d’habitude, y el Señor le dice aquello de «Noli me Tangere…», que traducido viene a decir, más o menos, «¡quita pallá! Mantén las formas y las distancias, ni se te ocurra volver a tocarme, nos vemos en el cielo…» .

Con respecto a si era la esposa o sólo es la compañera sentimental o concubina de Jesús no tengo mejores fuentes que los apócrifos, alguno de ellos mucho más creíbles que los canónicos, como el de Tomás, escrito de cierto por el apóstol Tomás, en la que se da por hecho el matrimonio.
Cosa por otra parte completamente normal, un Rabí como Jesús, de unos 30 años, sería visto como un bicho raro en aquella época si no estuviera casado.

Algunos autores señalan que las Bodas de Canaán son en realidad las bodas de Jesús y Magda, no de unos desconocidos, y el apuro de María Madre que era la madrina y se habían quedado sin vino.

Es Magda la que reclama y consigue que le entreguen el cuerpo de Cristo y jamás se lo hubieran dado si no fuera su esposa.

De los hijos que Jesús tuvo con Magda nada puedo deciros ni me apunto a las tesis oportunistas de «el Código da Vinci» y otros.

Para finalizar la vida de Magda hay dos opciones.

En una muere en Éfeso a donde se dirige con su Suegra y con Juan, el apóstol, y sus restos son llevados más tarde a Constantinopla donde permanecen.

En la otra se embarca en una nave sin control ni guía dejando que Dios mismo la dirija a dónde quiera.
Le acompaña su hermano Lázaro y San Maximiliano, uno de los 72 apóstoles y más gente.

Llegan hasta Marsella y evangelizan la región. Después Magda se retira a una gruta donde pasa los siguientes 30 años en soledad y penitencia, sin más relación que con los Ángeles que le envía su Marido para que no se aburra.

En el momento de su muerte los Ángeles la llevan hasta la capilla de San Maximiliano para que le dé el viático y la vuelven a depositar en la gruta donde muere.

Se conserva solamente la cabeza, que fue separada del cuerpo y guardada en un relicario, el resto del cuerpo fue profanado y destruido durante la revolución francesa.

Lo que sea ella misma, su cuerpo, el santo grial, en este caso seminal, es una imagen bonita pero poco creíble como lo de que los hijos de Jesús son la dinastía de los Merovingios.

Milagros: todos los escritos, que no son pocos.

Patrona: peluqueros, podólogos, putas buenas, parejas de hecho, concubinas, cremas para la psoriasis y prurito en general.