San Fermín de Amiens (07-07-2020)


Degüello de san Fermín, en una vidriera de la iglesia de Roncesvalles.
Degüello de san Fermín, en una vidriera de la iglesia de Roncesvalles.

Hay fiestas cristianas que todo el mundo conoce sean cuales sean sus creencias: la Navidad, Fin de año, Año Nuevo, Todos los Santos y alguna más porque son fiestas laborales para todos.

Santiago Matamoros el 25 de julio, aunque no sea políticamente correcto o San Fermín el 7 de julio, aunque los Animalistas querrían acabar con ella.

De las fiestas de otras religiones, Islam sobre todo, más bien poco.

Nadie conoce, salvo ellos, las fiestas del Fin del Ayuno del Ramadán o la Fiesta del Sacrificio…

Todo el mundo celebra la fecha de un martirologio ateo: el 1 de mayo.

Lo del 8 de marzo, otro gran martirologio femenino, Día de la Mujer Trabajadora se empieza a conocer algo.

En España todo el mundo sabe cuándo es San Fermín aunque pocos sepan algo más que hay corridas y correrías.

Fermín nació hacia el 272 en Pompaelo, Pamplona, y murió hacia el 303 en Amiens, Galia.

Era hijo de Firmo y Eugenia. El padre era senador romano y pagano y la madre noble romana. Y también pagana.

Una familia piadosa, de lo pagano, porque también se puede ser pagano y piadoso incluso generoso y buena gente. Hay que desterrar el mito de que hasta que triunfó la Iglesia Católica no existían buenas personas.

Incluso más aún, cómo si no habría clientes para las enseñanzas del Cristo.

Iba la piadosa pagana familia al templo de Júpiter a hacer unas ofrendas y por el camino se encontraron con un orador que oraba a Dios Trino y explicaba a los transeúntes la versión reducida y más popular de Cristo: que si milagros, leprosos, ciegos, muertos, panes y peces, a muchos se les hacía la boca agua, lo del vino en las bodas de Canaán, estrategia de marketing divino para traer sobre todo al colectivo pimplón, y las maravillas del cielo y los horrores del infierno.

Era Honesto quien hablaba, que no dudo de que lo fuera pues acabó siendo santo, pero que se llamaba así.
Humildad en el nombre la justa, como los que se llaman Perfecto, Máximo o Pío.

Honesto, cual buen trilero de Dios, les puso las tres bolitas de la Trinidad para que acertaran dónde estaba la buena y como premio el Reino de los Cielos. Como súbditos, eso sí.

Siempre acertaban porque estaban las tres divinas bolitas: Padre, Hijo y Palomo.

Con la euforia propia del que ha ganado un perrito piloto o una muñeca chochona en la caseta de la feria, quisieron hacerse de la peña.

Honesto, que sabía por los cursos de marketing divino que captar a un principal arrastra consigo toda una corte de personas, ya sean sus esclavos, servidores, familia y amigos no soltó la pieza y les habló de San Saturnino, a la sazón, o sea también, obispo de Toulouse y como muy principal en el escalafón divino.

Craso error porque entonces pidieron que fuera directamente San Saturnino quien viniera a bautizarles.

¡Ay, Honesto, te pierde la lengua!

Así que tuvo que echarse a los caminos a buscar a Satur y traerlo a Pompaelo a bautizar y repartir hostias las que le sobraron de darle a Honesto.

Saturnino bautizó a la familia Firmo en lo que se conoce como «Pocico de San Cernin».
No es una errata, no es Fermín sino Cernin, porque Cernin es el nombre también de Saturnino, que es el patrono de Pamplona, no San Fermín, que es, patrono de Navarra junto con San Francisco Javier.

A los 10 años es bautizado y se encomienda su formación bajo la dirección de Saturnino a Honesto porque el chaval era firme en la fe.

Aprendió las reglas de la religión, no sólo las cuatro básicas para la mayoría de los mortales cristianos, sino también las más complejas para los santos inmortales: ¿cuál es el sexo de los Ángeles?, ¿hay numerus clausus para Santos?, ¿cuántas hostias se puede dar por sesión?, ¿qué haces si te encuentras con un cagarro del Palomo en el hombro en vez de en la cabeza?, si Dios, cualquiera de ellos, te habla, ¿se permite el tuteo?, no sé cosas así…

También aprendió el «arte de la evangelización»: oratoria, lenguaje no verbal, silencios, éxtasis, milagros, etc…

A los 18 años es enviado a Toulouse, Galia, donde es ordenado presbítero, cura para entendernos, y se trasladó a Amiens donde es nombrado obispo de la ciudad, de ahí su nombre, a los 24 años.

Toda una carrera, pero entonces era más fácil que ahora.

Tanto por todo lo que estaba por hacer porque como que se producían muchas bajas por abandono de puesto, que Diocleciano no hacía más que perseguir cristianos.

Después de que San Honorato, sucesor de San Saturnino en Toulouse, le nombrara obispo de Amiens se dedicó a recorrer la Galia sembrando a su paso a la semilla divina consiguiendo a miles de convertidos, ya decían que todo Pompaelo se había hecho cristiano, un poco exagerado a mi ver.

Las malas lecturas, muchas vidas de santos y mártires, le llevaron a desear la corona del martirio y se entera de que en Beauvais había un gobernador, Valerio, muy sanguinario con los cristianos, y allá que se fue con toda su impedimenta lo cual no impidió que fuera arrestado por Valerio, pero tuvo la desgracia de que estando en curso su procedimiento de martirio, Fermín era ciudadano romano, no podías empalarlo o quemarlo de buenas a primeras ni siquiera a petición de parte; Valerio murió y su sucesor Sergio le puso en libertad.

Partió a predicar hasta los Países Bajos y a la vuelta a Amiens fue arrestado y mandado decapitar por Riccio Varo en la cárcel sin espectáculo alguno.

No está demostrado que San Fermín pusiera de moda los encierros de toros pero el ritual mitraico, sacrificio de toros, quedó extendido en el sur de la Galia e Hispania porque esos sacrificios están muy relacionados con los salvajes martirios de San Saturnino y San Fermín.

Varo, Reccio, le echo un tercio de varas a San Fermín y el descabello incluyó el corte de la cabeza.
Él que buscaba la corona del martirio perdió la cabeza donde ponérsela.

A finales del siglo XII San Pedro de París lleva a Pamplona algún cacho de cabeza de Fermín, también hay cachos en Amiens y supongo que más sitios.

Milagros: muchos en vida, muchos en muerte, conversiones, sobre todo y que sólo han muerto 16 personas en los encierros.

Patrón: de Lesaka, Amiens, con-patrono de Navarra, de los panaderos, vinateros y boteros, no toreros, también de las liebres de los canódromos.