Para entender esta historia de beatitud y martirio me temo, vosotros también debéis temblar, que debo hacer una pequeña introducción histórica: Inglaterra se había separado de la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana, en adelante Iglesia, y había creado la suya propia.
Quizás esta introducción es demasiado pequeña y tengo que alargarla un poco.
De entrada en Inglaterra, RU es un país raro, no solamente hablan raro, que no es lengua derivada del latín sino que además, no saben lo que es el sistema métrico decimal o el sistema numérico en base de 10, que usan el sistema en base 12.
Así que no penséis que son especialitos ahora con el Brexit, que esto llueve sobre mojado.
En tiempos de Enrique VIII se produjo un cisma entre la monarquía inglesa, Enrique, y la Iglesia, Papa Gregorio XIII, pero fue sólo un cisma al divorciarse Enrique de su legítima esposa Catalina de Aragón, que le había dado una hija pero no un hijo.
Lo de la herejía vino después. Incluso en aquel momento el Papa le dió el título de Defensor de la Fe a Enrique por sus escritos contra la herejía protestante.
Pero los tiempos pasaron y solamente Thomas Moro y John Fischer se opusieron a ese divorcio y llegaron a Santos por negarse a aceptarlo.
Resumiendo, después de María Tudor, subió al trono Isabel I y la herejía, separación de la Iglesia se consumó con diferentes disposiciones.
Y así empezaron las persecuciones. Cualquier sacerdote católico era condenado a muerte así como cualquiera que les ayudase o diera cobijo.
Se crearon escuelas en Francia, España, Roma para formar a los futuros sacerdotes antes de enviarlos como una suerte de agentes secretos de Dios, con sus contraseñas, sus contactos, sus redes de apoyo, disfraces y crucifijos de camuflaje.
Esto era lo peor porque entonces no se estilaba todavía el clergymen y dar Misa implicaba toda una parafernalia de sotana, manteo, muceta , casulla, dalmática, alba, hábitos, estolas, cíngulo, palio… Incluso mitra y báculo si eres obispo.
Normalmente utilizaban un «mulo», alguien que cargaba con todo eso como los culeros que llevan droga en el ano para transportarla y por otra parte, normalmente en líneas marítimas distintas, viajaba el sacerdote o el clérigo, obispo o monaguillo.
Bueno, monaguillos la Santa Sede decidió no enviar, que estaban sin hacer del todo y mejor enviarlos ya con un hervor convertidos en presbíteros o como mínimo diáconos.
A grandes rasgos esos son los antecedentes.
Dermicio, en inglés Dermott, en irlandés Diarmaid, nació hacia el año 1530 en Emily y murió el 20 de junio de 1584 en Dublín.
Sus padres, Guillermo O’Hurley y Honora O’Brien eran pudientes terratenientes que dieron una buena educación a su hijo.
Primero en la escuela catedralicia de Emily y después en la Universidad de Lovaina en Francia.
Allí se graduó en artes, da clases de filosofía, consigue el doctorado en derecho civil y canónico y da clases hasta ser reconocido y nombrado Rector de la universidad.
Después de 15 años en Lovaina se traslada a Reims donde obtuvo la cátedra de derecho y cuatro años más tarde marcha a Roma.
También fue profesor ahí pero no queda demasiada información de los 11 años que pasó en Roma.
Las malas lenguas, hay lenguas de todo tipo hasta lenguas muertas, no confundir con la halitosis, dicen que trabajaba para el Santo Oficio, ya sabéis la Inquisición.
En las entrevistas con los encuestados, además de los religiosos, normalmente dominicos, que se encargaban de las preguntas, existían otros asistentes técnicos: juristas como Demercio para dejar constancia documental del proceso y los técnicos especialistas en tenazas, potro de tortura y otras máquinas de la verdad, modelos antiguos de polígrafos. Ponían todo perdido pero eran más fiables que las máquinas de la verdad actuales. De hecho la mayoría de las agencias de información, no me refiero a la prensa, siguen utilizando esos métodos clásicos de toda la vida.
Buenos servicios debía prestar a la iglesia porque el Papa lo consideró tan imbuido e implicado de la misión de la empresa que le propuso un ascenso: el arzobispado de Cashel, en Irlanda.
Como no era religioso, sólo jurista, y el manual de calidad de la Iglesia imponía unos ciertos requisitos entre el 28 de julio y el 13 de agosto de 1581 recibió la tonsura, las cuatro órdenes menores y las tres mayores.
En 16 días Obispo, a razón de una ceremonia cada dos días, pero tampoco es récord.
Deja Roma camino de Irlanda y en Reims se pone malo lo que le hace coger una baja laboral de un año por enfermedad, supongo que con reducción de emolumentos a partir del tercer mes de baja. No consta qué tipo de enfermedad.
Escoge un puerto de partida y de llegada lo más discreto posible y los documentos y el breve papal viajan en otro barco con otra persona.
Él llega bien pero enseguida se tienen noticias por las autoridades de su llegada, quizás la capucha de su sayo no tapaba bien la mitra episcopal, no sé…
Pero la nave en que viajaban sus documentos es asaltada por unos piratas que entregan los papeles a las autoridades a cambio de una licencia de actividad para sus negocios.
Demercio es acogido por el Barón de Slane que le permitió instalarse y ejercer de tapadillo.
Al barón le amenazaron los jueces de Dublín y le pidió a Demercio que le acompañara a Dublín por unas cuestiones de rutina, papeleo. ¡Ja, menudo papelón!
Pero Demercio, mosqueado y todo, no quiso comprometer al barón y aceptó sumiso. Fue arrestado y llevado al castillo de Dublín. Se empezó el interrogatorio pero los resultados no acompañaban porque se buscaba una confesión por alta traición a la Corona, no por ser católico.
Que Demercio reconociera que formaba parte de un complot Romano-Hispano para derrocar a Isabel I.
En España, lógicamente por apoyar a Catalina de Aragón, María Estuardo y a la Santa Madre Iglesia, existían tres colegios para formar religiosos de las islas, en Valladolid, Madrid y Sevilla.
Así que pidieron instrucciones a Londres y les contestaron que utilizaran la tortura para lograr su autoinculpación.
Los jueces de Dublín contestaron que carecían de los instrumentos ad hoc y sugerían que el preso fuera llevado a Londres que allí estaban más duchos .
En Londres rechazaron la sugerencia, que si tenían desbordado los servicios y lista de espera, que si tenían cuatro potros de tortura en reparaciones y en espera de pasar la ITV y que les mandaban un potro y que había instrucciones claras de montaje.
Siguen intentándolo porque el potro no acababa de llegar y le metieron los pies en una especie de bota malaya metálica llena de aceite que calentaban.
Demetrio me acabó diciendo lo que querían y lo dejaron por imposible.
Al final propusieron a Londres o una ley de fugas o una sentencia rápida sin juicio público. No era lo que Londres quería, pero aceptaron la sentencia rápida por ley marcial.
El 20 de junio de 1584 fue ahorcado pero no descuartizado. Demetrio, un suertudo.
El procedimiento habitual era ahorcar a los condenados pero antes de que muriera el verdugo los descolgaba agonizantes pero conscientes y, en vivo, se les arrancaban las vísceras y el corazón.
Después se les acababa de descuartizar y se les dejaba pasto de los cuervos. Suena bonito y piadoso. Es lo que tiene esto de las religiones y la gloria de Dios .
Milagros: pues no, quizás por eso no llegó a santo.
Patrón: del calzado deportivo, de la CIA y la NSA, de los PNNs y profesores de universidad.