San Desiderio de Langres (23-05-2020)


Desiderio nació en el siglo IV cerca de Génova y murió en Langres a finales del mismo siglo.

Con estos santos de primera generación los datos son muy genéricos y ambiguos y no están muy documentados.

San Desiderio ni siquiera sale en La Leyenda Dorada y en el Martirologio Romano viene una pequeña reseña de alivio del Vaticano, que no hay hagiografo que se apuntara a firmar nada.
Así que me tiro a la piscina con los pocos datos que encontré o encontruve, que nunca sé cómo se dice.

Padres, tendría, casi seguro, pero ni repajolera idea, ni aparece nada de si era de familia principal o secundaria, aunque como se dedicaba a arar la tierra y era analfabeto me da a mí por inferir que no era de la alta nobleza sino de la baja plebe o plebe-plebe o de la clase plebe media.

Cuentan que milagrosamente, cuando hablamos de Santos es algo muy corriente eso de que todo sea milagrosamente, apareció como por ensalmo trasladado de Génova a Langres, en Francia, 710 kms según Google ahora, camino más corto con peajes, etc, me imagino que en la época ni aun cogiendo las mejores calzadas romanas de pago que serían más kilómetros y medido en tiempo ni te cuento.

Ya tenemos el primer milagro de Desiderio y no sólo eso sino que de ser un labriego ignorante y analfabeto pasó a ser docto y leído y participó en un par de Concilios, ¡chúpate esa!, este segundo milagro tiene más mérito que el primero.

En un momento dado, manera de decir que ni idea de la fecha exacta, se produjo una invasión de bárbaros, en este caso Germanos, que hay cronistas que dicen que fueron los vándalos de Groco pero no es posible salvo que le pongamos a Desiderio otro milagrito: aparecerse 100 años antes de haber nacido.

Los germanos a las puertas de la ciudad decididos a tomarla y saquearla y Desiderio decidido a acrecentar su fama y santidad saliendo a cuerpo gentil a interceder por su ciudad rogando al caudillo germano por las vidas de los langresos y la integridad física de las langresas, amén de las casas y los bienes.

La respuesta del caudillo, son unos hijo putas los caudillos, fue clara, sin dudas de interpretación:

Le cortó la cabeza.

En ese momento pasó a llamarse San Desiderio, alcanzó la santidad, aunque no la fama o popularidad entre el pueblo dado el dudoso éxito de su misión.

Pero Desiderio no perdió la cabeza, por así decirlo, y recogió la suya y le pidió permiso al caudillo para ir a comunicar personalmente el resultado de su embajada.

-“Vaya, vaya, que nosotros vamos en cuanto acabemos de almorzar…”

Desiderio, cabeza en mano, se fue a la muralla donde se abrió una entrada, milagro menor comparado con ser cefalóforo, y que todavía sigue enseñándose en la actualidad.

Patrón de Langres, Langreo y Aviñón, de las preñadas y las migrañas