San Felipe Neri (26-05-2020)


Felipe nació el 22-07-1.515 en la Toscana y murió el 26-05-1.595 en Roma.

Hijo de un notario, Francisco Neri y Lucrecia di Soldi, apellidos traducidos sería Paco Negro de Ventas, o Venta en Negro, más o menos.

Perdió muy chico a su madre y su padre desposó otra rápidamente que fue más buena que el pan con él, destrozando el mito de la madrastra clásica, se pierden las tradiciones.

Los padres lo enviaron a casa de un rico familiar comerciante, Rómulo, soltero sin hijos, que lo quiso hacer suyo, hijo supongo, para que heredara todos sus bienes, pero a Felipe no le debió parecer bien el intercambio y dejó la casa y se marchó con lo puesto, una mano delante y otra detrás, a Roma a dedicarse a la oración y su devoción.

Empezó a estudiar Teología y se quedaba transido mirando el crucifijo, en Babia, como nos pasa a tantos que nos cuesta concentrarnos y se nos va el santo al cielo, lo que le pasaba a Felipe.

Decidió dejar los estudios sin acabar, ‘que no eran para él’, mucha teoría y poca práctica y se echó a las calles a predicar y convertir.

En aquellos años Roma daba pena verla de cómo estaban sus calles de basura, pero de basura humana. Y a ello se puso nuestro Felipe a limpiarlas de pecadores.

Tenía un gran sentido del humor y era sentido, cariñoso y afable, dejando de lado los típicos « ¡arrepentíos, el fin del mundo está cerca! », que solían responder burlones los romanos: « ¿qué línea de ómnibus me deja más cerca? », el proverbial sentido del humor popular.

Se mezclaba con el pueblo y empezaba: « ¿saben aquel que diu…? » y tenía un gran repertorio y siempre acababa con un « Y bien, hermanos, ¿cuándo vamos a empezar a ser mejores? »

Allí donde predicaba se desterraban las pendencias, las blasfemias y las obscenidades, no queda constancia de por cuánto tiempo, pero al menos hasta doblar nuestro santo la esquina.

Mujeres perdidas, por el vicio, se hacían pasar por viudas llorosas necesitadas de fraternal consuelo y le llevaban a sus casas con las peores intenciones cainitas intentando reproducirse como los primeros padres.

No queda constancia de cómo lograba satisfacerlas y sus confesores debían guardar silencio al respecto, pero la demanda de socorro por viudas alegres iba en aumento.

No me cabe duda de que debió haber una suerte de corridas apuestas a ver qué doña se marcaba el tanto del santo.

Es totalmente falso el rumor extendido de que las llagas que adornaban la piel del santo fueran la manera de marcar la res por parte de las meretrices.

Fundó el Oratorio que pretendía pasar poco menos que de incógnito sin crecer como las grandes órdenes religiosas.

Le dieron una Regla muy simple, de 30, y estaba basada en casas con sacerdotes seglares dedicados a los más necesitados.

Anteriormente había pertenecido a una Cofradía que asistía a los extranjeros pobres. Con las peregrinaciones a Roma venían muchos mochileros perroflautas sin dónde caerse muertos y se venían a caer justamente donde Felipe y sus compañeros. No eran peregrinos de calidad, no aportaban gran cosa al sector turístico ni al Vaticano.

Milagros:

Se cuenta que entraba en éxtasis oficiando la Santa Misa, incluso la Misa diaria de la que era muy partidario.

Llegaba a levitar un poquito, centímetros, nada de salir volando por toda la Iglesia.

También se cuenta que curaba enfermos, los menos, y daba la extremaunción muy bien a los más.

Tenía verdaderas colas para confesar y adivinaba los pecados, « ¿te tocas, confiesa, te tocas…? »; « ¿tú le estás sisando en la compra a tu señora? »; « ¿has vuelto a cargarte a alguien, mal bicho? », y siempre sabía qué penitencia poner, 2 padres nuestros y 3 avemarías, siempre lo mismo, no se ponía a hacer los cálculos con la Tabula Pecatorum, que había que saber álgebras.

Un día en pleno éxtasis misal le bajó una bola de fuego que le entró por la boca y se le hizo bola, propiamente dicha, en el corazón, y le inflamó el pecho y cayó traspuesto que creía morir.

Al hacerle la autopsia se comprobó que el corazón se había dilatado de tal manera que le había roto 2 costillas.

Una de ellas se guarda en el Museo de Reliquias y Medidas de Santidad del Vaticano.

Fue el Apóstol de Roma porque todo su labor evangélica se desarrolló allí, sin volver a salir ni a visitar a la familia por Navidad.

Podríamos seguir escribiendo sobre San Felipe Neri pero vamos a enterrarle el 26 de mayo de 1.995, 80 años bien aprovechados.

Se le canonizó el 12 de mayo de 1.622, el mismo día que a Isidro, Ignacio de Loyola, Francisco Javier y Teresa de Jesús, poker de santos españoles.

Es Patrón de Roma, de los educadores y humoristas y monologuistas.

También es Patrón de las Fuerzas Especiales de la Marina de los EEUU (no es coña) 😱😱😱😱😱😱😱😱😱😱