San Cristóbal de Licia (10-07-2020)


Tomar vacaciones es una decisión que no depende de la simple voluntad consciente si el inconsciente que anida en mí decide otra cosa.

Hablo en sueños, parece que toda la vida lo he hecho según testimonian las diferentesantas que han sido testigas de ello, porque parece que no son simples parlamentos sino que suelen ser improperios o exaltaciones del ánima o del ánimo que acaban en sudores fríos o calientes, lo de sudar es seña de identidad, y un despertar agitado.

Dicen que hace dos noches pedía, imploraba, a Dios que me llevara con Él, que no merecía la pena vivir con tantas cuitas…

Así que lo de acabar abducido por el Dios Trino va a ser cierto y no sé dónde me conducirá pero por si acaso me toca autoconducirme me encomendaré a San Cristóbal.

Yo pecador me confieso a vos que he tenido varios accidentes de coche y caigo en la cuenta, ¡a buenas horas!, de que no llevaba la pequeña imagen del santo ni siquiera una simple medalla del mismo.

Excuso deciros de la moto, que tampoco, y me ha supuesto fracturas varias, ¡qué menos!
Creo que en estos tiempos de regulación y reglamentación absoluta las autoridades, las religiosas al menos, deberían exigir la presencia de la susodicha medalla en el tamaño adecuado según sea un camión, dependiendo del número de ejes, bus de pasajeros, vehículos particulares o de SP o VTC, incluso motos, ciclomotores, bicis y patines y Segway.

Offesus Offro Adokimus Relicto Reprobo nació en Canaán hijo unigénito de un pequeño rey local y de su madre que ya añada no reparaba en rezos para preñarse. Todo ello hacia el siglo III.

Supongo que la alegría de tenerlo debió recompensarle los dolores de traer al mundo un chavalote de su talla.
Porque las crónicas hablan de que su padre era un rey pequeño pero en cuanto a las tierras, no a las tallas.

Reprobo era descomunal, un gigante.
El niño fue creciendo y su madre no ganaba para túnicas y sandalias con el agravante de que no tenía hermanos pequeños que pudieran ir heredando las cosas.

Fue creciendo no sólo en tamaño que también en soberbia y petulancia.
Pagado de sí mismo, como dice un himno era “lindo de talle, de mejor entendimiento, ojos alegres, corazón ardiente y de cabellos rubios rutilantes”.

Un gigante, recordad Goliat, dicen las crónicas que medía cinco codos y tres recodos, lo que viene a ser unos 2,5 m.
Un Tachenko, pero en guapo, más tirando a Gasol.
Otros autores hablan de 5 m de altura, exageran.

Con esa planta decidió dejar la patria chica, todo le parecía pequeño a nuestro hombretón y decidió ganarse la gloria al servicio del rey más poderoso.

Por una parte era un poco alma de cántaro, no era un David, pero no quería ser rey, muestra inteligencia de saber que una cosa es dar mamporros y otra cosa es dar en el clavo, sólo quería servir al rey más grande. El hombre más grande para el más grande rey, era su sueño.

Se puso en marcha y llegó hasta encontrarse con el emperador Gordiano, no era el del nudo, supuestamente el rey más grande de la época, y servía en la Cohorte Tercera Valeria de los Marmantos.

Algunos dicen que el propio emperador lo puso a su lado, que da mucho empaque para las fiestas y actos tener un guardia de Corps, ¡y qué Corps!, como Reprobo.

En una fiesta uno de los juglares hizo una representación del demonio y el emperador empezó a temblar y escupir para alejar el posible demonio y Reprobo reprobó el comportamiento del emperador y se dió cuenta que el demonio era un rey más poderoso.

Así que fue en su busca y lo encontró; no cuenta la Leyenda Dorada cómo fue el encuentro si tipo “¿Doctor Livingston, supongo?” o cómo.

“perdone que le disculpe la pregunta, ¿no sabe por casualidad dónde vive el diablo?”
“hoy es tu día de suerte: c’est moi”,
le dijo el Diablo.
Y se unió a su hueste infernal.

Yendo de allá para acá, como suelen estar siempre las huestes infernales, Reprobo observó que daban un gran rodeo del camino para evitar unas vigas atravesadas.

Le pidió explicaciones al diablo y Éste aburrido de Reprobo le dijo que era la cruz donde habían matado al Cristo, Dios vivo.

Resumiendo que las disquisiciones entre el diablo y Reprobo son de enjundia, se dió cuenta que un rey muerto con su símbolo era más poderoso que el diablo y decidió dejar a éste.

Además el diablo es feo, feo, no le cuadraba mucho a Reprobo que era mucho más guapo y con donaire …, lo de las patas de macho cabrío están bien para hacer el cabra loca por las peñas, pero bonitas no son.
Reprobo siguió su camino y acabó encontrándose un ermitaño que le explicó quién era Jesús Cristo y su cruz.

Reprobo decidió que ese era su rey y le preguntó que debía hacer para servirle.

El monje le dijo que mortificarse como nuestro Señor hizo por nosotros y restregarse en unas zarzas de espinos.

“¿Estás de coña, supongo?”, contestó nuestro ya iniciado en la palabra de Dios , aunque le pidió el ermitaño que a ver si tenía alguna palabra mejor.

“Orar y ayunar”, dijo el monje.

“Así nos vamos a ningún lado, no sé rezar y el ayuno ni mentarlo que con este corpachón tengo que comer dos menús del día por lo menos para llegar a mantenerme a flote”.

¡A flote!, y al monje se le ocurrió una idea.

En aquellos tiempos no había tantos puentes como ahora, ni barcas, y un oficio limpio y refrescante era pasar viajeros de uno al otro lado del río por unas monedas.
Se podía hacer de forma individual, como autónomo, en el caso de nuestro santo o por equipos, sillita la reina o con parihuela.

Y el monje le dijo que se pusiera allí a ayudar en ese menester.

Era bueno Reprobo y a los que no tenían dinero no les cobraba nada, buen chaval que ya iba para santo.

Un día se presentó un niño angelical ante él, como un querubín del cielo pero más aún y le pidió si le podía pasar.

Llevaba una pelota pequeña como de esas de pilates con agarradera en forma de cruz y se le echa a los hombros y comenzaron atravesar el río. Conforme avanzaba más pesado le resultaba el niño y a duras penas consiguió ganar la orilla.

“¿Quién eres, chaval, que pesas como un muerto?”
“Muerto y resucitado que yo soy el Cristo al que esperabas y llevo conmigo todos los pecados del mundo…”.
“Pues para la próxima deja los veniales que casi nos ahogamos… “
, respondió Reprobo.
“A partir de hoy te llamarás Cristóforo o Cristóbal que quiere decir que has llevado al Cristo en un viaje de transporte concertado, y aunque no haga falta, que soy Dios, planta esa vara seca que tienes y mañana tendrás un árbol lleno de frutos”, como así fue.
Y así sin más, el Niño Dios desapareció.

Cristobal partió a predicar la buena nueva y llegó a Licia y Samos y se puso al tajo de predicar y convertir, incluso se repitió el milagro del tabernáculo y la gente entendía su prédica, cual fuera su lengua.

Como era de esperar el gobernador local Dagon lo mandó apresar y a su presencia.

Le insiste para que abjure y Cristóbal se niega. Un par de soldados se confiesan también cristianos y Dagon les manda degollar inmediatamente y que no le interrumpan más.

Sigue insistiendo a Cristobal porque tener un tipo así a tu lado te da tronío y le promete de todo pero ni por esas.

Maquina Dagon y le mete en la celda dos hetairas, las dos de muy buen ver y mejor hacer para exprimir la lujuria de los hombres. No queda constancia en los hagiógrafos qué pie calzaba en el centro, era presumible que a veces asomara por bajo la túnica.
Niceta y Aquilina, así se llamaban las cortesanas, se quedaron de tal manera impresionadas por tanto divino prodigio que quedaron convertidas a nuestro Señor y a su santo miembro Cristóbal.

Éste les prometió el goce eterno y se apuntaron irreflexivas, sin haber leído la letra pequeña del divino contrato: fueron quemadas por Dagon.

Procedió éste a torturar a Cristóbal de varias maneras, brasas y parrillas, corona de hierro fundido y 400 arqueros disparando saetas al santo que no acertaban ninguna.

Cuesta imaginar cómo colocar 400 arqueros a disparar a una columna donde estaba atado Cristobal.

Tan es así que una flecha perdida, fuego amigo, le atravesó un ojo a Dagon dejándolo ciego.

Cristóbal ya cansado de tanta incompetencia le dijo que cortaran por lo sano, que le cortaran la cabeza y con su sangre le hicieran un emplaste al ojo de Dagon y sanaría.

Así fue, le cortaron la cabeza, le hicieron el emplaste y recuperó la vista. Y se convirtió ipso facto al cristianismo y con él toda la ciudad.
No queda claro si se le perdonan todos los pecados al bautizarse o sólo el pecado original y lo de matar santo y otros lleva penitencia aparte.

Hay reliquias del santo muy repartidas, desde Croacia, cráneo; hasta España.
En Astorga y en Logroño se disputaban tener la mandíbula del Santo.

Cristóbal es uno de los 14 Santos Protectores pero es contra la peste bubónica, que nos viene bien en estos tiempos de pandemia, lo de los coches es posterior.

¿Os ha gustado?
Bueno pues todo es mentira.

Hasta la propia Iglesia en 1970 lo quitó del martirologio por no tener ninguna prueba de que fuera algo histórico, pero hacen la vista gorda o miran para otro santo porque está muy, muy extendido su culto. ¿Cómo vas a quitarle la ilusión a los lechones?

Esta historia tiene semejanzas con San Menas de Alejandría que sufrió un martirio parecido y que sí está documentada su existencia.
Recuerda mitos clásicos tanto el de Caronte como el de Jason.
Pero es bonita, a mí me gusta.

Milagros: innumerables, para los demás y para sí mismo, curaciones, conversiones, encontrar zapatos de su talla, todo su martirio, lo de su sangre en el ojo ajeno…

Patrón: decenas de lugares y ciudades tienen a San Cristóbal como patrón.
En España innumerables pueblos y romerías en su honor, pocos santos más populares. Es patrón de atletas, marineros, viajeros y conductores. Transportistas y transitarios en general, también encuadernadores, jardineros, marineros, contra los relámpagos, tormentas, epilepsia, pestilencia… Lo mismo para un roto que para un descosido. El típico Santo tres en uno. Hay sitios donde se realizan romerías del Santo llevando los coches para que los bendigan y funcionen y no se estrellen, como si el Santo les pudiera pasar una ITV divina y poner en marcha cascajos que se caen a cachos.
Está bien creer en los milagros, pero no se vale abusar.

PS.-No he encontrado medalla en la tienda de sombrillas, sillas de playa y palas y toallas donde estoy pasando las vacaciones. Tendré que buscar en una tienda del ramo.