San Víctor I, Papa (28-07-2020)


Hoy pensaba haber pasado de santos, pero ha habido un par de detalles que me han reconducido de mi error, aunque voy a intentar ser breve.

San Víctor I era africano.

Cuando digo africano quiero decir africano-africano, o sea negro de piel.
Del corazón regular, si no negro del todo al menos no tenía el corazón tan blanco.

Víctor nació el 15 de mayo de 120 en el África Romana, y murió el 28 de julio del 198 en Roma, también Romana.
Era hijo de Félix. Lo pongo porque lo dicen en todas las biografías, pero no aclaran de qué Félix, ni he podido averiguarlo. A mí que me registren.
Era la época del Emperador Cómodo, el malo de Gladiator, y Septimio Severo.
Víctor pilló una época en que ambos dos eran muy tolerantes con los cristianos.
Septimio luego se puso más Severo y empezó a perseguir cristianos.
A Víctor ya le pilló con Dios.

Marcia, la concubina favorita de Cómodo, cristiana, le pidió a Víctor una lista de cristianos esclavos trabajando en las minas de sal de Cerdeña y Cómodo los liberó a todos.
La Lista de Marcia…, da para una peli. Entre los liberados está el que luego sería San Calixto, Papa.

Hay algo que me produce asombro, me deja atónito, incapaz de comprender la mentalidad de aquella época.

Estamos hablando de finales del siglo II, con una Iglesia casi sin rodar, a veces permitidos a veces perseguidos por el Imperio y te encuentras con que se meten en unas polémicas teológicas por las que matan. Esto no es una metáfora, siempre ha estado permitido matar por la Santa Madre Iglesia a los herejes, barbacoas inmensas de cátaros o noches de San Bartolomé, o lo que haga falta.

En una fuente consultada se cuenta que Teodoto de Bizancio, rico curtidor de profesión, y hombre curtido en filosofía, teología y curtido de piel, había apostatado y se presenta en Roma diciendo que Jesús era adoptado por Dios.
Con todos los derechos y dándole los apellidos y queriéndole como si fuera su hijo.
Adopcionismo se llama la herejía y caña, le dio tanta caña que no se oyó hablar más de él, dice el texto.
Prefiero no saber qué pasó con los restos.

Víctor era de carácter rudo, intolerante, nada dialogante, de los de puñetazo en la mesa y en la misa ‘¡porque lo digo yo que soy el Papá!’.

Otra cuestión transcendental en su mandato fue la disputa por cómo se debe celebrar la Pascua.
La Pascua judía se celebra el día 14 de la Luna en que los judíos deben sacrificar al cordero terminado el ayuno.
Víctor y Roma preconizaban que si caía entre semana había que llevarlo al domingo siguiente, mientras que las Iglesias de Asia, Oriente Medio nada de Extremo Oriente, decían que a la caída.
No se sabe si el empeño de Víctor obedecía a cuestiones de calendario laboral para no perturbar las buenas relaciones con las autoridades o qué, pero Víctor y el Obispo Policrates de Éfeso tuvieron un cruce de cartas que no voy a transcribir pero muy subidas de tono.
Con su pastoral evangélica excomulgó a todos las Iglesias de Asia, hasta el punto de que San Irineo de Lyon le escribió un ‘por favor, vamos a calmarnos’, que él seguía la regla de celebrar en domingo pero que no era tan grave que por tradición los asiáticos lo hicieran cuando quisieran. Hay gente que incluso dice Felices Pascuas en Navidad.

El meollo del asunto es que Víctor quería que quedara claro que después de Dios, el que sea, era el Obispo de Roma la cabeza de la Iglesia, no sólo una cuestión de cortesía con San Pedro, sino con autoridad real sobre todas las demás.

En su época tuvo que lidiar con herejes de todos los tipos y pelages.

Por ejemplo el gran Tertuliano, personaje muy conocido en todos los foros que participaba, con caché, en muchos debates políticos y de rabiosa actualidad. Y era complicado salir airoso porque tenía tanta labia como demagogia. Víctor mandaba a segundos espadas para no quedar en ridículo y bajar puntos de audiencia.
Tertuliano era montanista, otra cadena de herejes. También estaban los trapipasianos, los sabelianos, los hesianos, los gnósticos, y un cisma de un tal Blasto.
Vamos que Víctor I, siglo II, no ganaba para combatir herejes.
Resulta llamativo, al menos a mis cortas luces, cómo se pueden perder los días en discusiones bizantinas sobre el sexo de los ángeles.
Ayer se me olvidó hablaros del sexo de los ángeles, tendréis que esperar a mejor ocasión.
Discusiones bizantinas sobre el sexo de los ángeles que, como sabéis, era la principal preocupación de los bizantinos cuando la ciudad estaba a punto de caer en manos de Mehmed II.

Víctor era erudito latino del que se conservan varios libros y epístolas. Se le atribuye un tratado sobre los jugadores de dados.

Fue el primero en cantar la Misa en latín.
Y es el primero que dijo que para bautizar valía el agua del grifo, que no hacía falta que estuviera bendecida, o de manantial.

Ni milagros, ni patronazgos.
Era santo porque a todos los Papas, al principio, se les hacía santos incluso mártires y na da na de martirio.
A partir de Liberio, se acabó.

Papa Negro, no el General de los Jesuitas.
Negro-Negro.